Acabo de regresar de alojarme en La Caminera Club de Campo y si algo define esta finca singular no es la ostentación, sino el equilibrio entre raíces, autenticidad y excelencia silenciosa.
Perteneciente al grupo familiar Sallés Hotels, La Caminera es un hotelde cinco estrellas que ha sabido encontrar su lugar en el mapa gracias a su conexión con el territorio, su compromiso con el producto local y su visión clara: ofrecer una hospitalidad que nace del respeto por el entorno y las personas. Una propuesta distinta, que no busca ser para todos, sino para quienes valoran lo bien hecho.
Pista privada para jets y dirección con vocación real
Una de sus grandes singularidades es la pista de aterrizaje privada, lo que convierte al hotel en una opción ideal para viajeros que llegan en jet privado en busca de privacidad, para celebraciones discretas o eventos corporativos con necesidades muy específicas.
Detrás de esta operativa tan poco habitual hay un equipo entregado y un Director General que ha ido mucho más allá del rol tradicional. Su implicación le ha llevado a formarse en áreas como el manejo de aterrizaje de jets o la gestión ética de caza menor entre otras cosas, siempre con el objetivo de que cada experiencia sea segura, fluida y coherente con los valores del proyecto. No creo que haya muchos GM con este tipo de formación. Su forma de hablar del hotel transmite cercanía y convicción, como debe ser cuando uno lidera desde la pasión.
Caza menor en clave contemporánea
La finca incluye un coto de caza menor gestionado con sensibilidad y elegancia Aquí, la caza se plantea como una experiencia privada y respetuosa con el entorno, alejada de los clichés y enfocada a un público que valora la tradición desde una mirada actual. La zona específica para cazadores permite organizar jornadas a medida, manteniendo siempre la discreción y la armonía con el resto del hotel.
Retama, estrella Michelin con sabor a tierra
En el restaurante Retama, la cocina de autor se funde con la identidad manchega. Con una estrella Michelin que mantiene con orgullo, su propuesta pone en valor los sabores del territorio y los productos de proximidad, reinterpretados con técnica y emoción. Comer en Retama es conectar con La Mancha a través de todos los sentidos. No puedo explicaros los olores tan maravillosos que se perciben nada más cruzar esa puerta.
Productos km 0, trato cercano y conexión con el paisaje
Desde el spa con vistas abiertas hasta las experiencias personalizadas, todo en La Caminera está pensado para reconectar con lo esencial. El compromiso con los productos de kilómetro cero, el equipo cálido y profesional, y la coherencia de cada detalle convierten la estancia en algo más que una escapada.
Por si todo esto fuera poco, también cuenta con un campo de golf de 9 hoyos, ideal para quienes buscan una actividad tranquila en contacto con el entorno. No es el reclamo principal, pero sí una opción relajada que enriquece la experiencia.
Este no es un hotel pensado para todos. Es para quienes buscan experiencias auténticas, donde cada detalle cuenta y donde el servicio va más allá de lo esperado.
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